Reina Valera Gómez 1Todos los que están bajo yugo de servidumbre, tengan a sus señores por dignos de toda honra, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y su doctrina.
2Y los que tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos; sino sírvanles mejor, por cuanto son fieles y amados, y partícipes de los bienes. Esto enseña y exhorta. 3Si alguno enseña otra cosa, y no asiente a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4está envanecido, nada sabe, y enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas, 5disputas perversas de hombres de mente corrompida, y privados de la verdad, que tienen la piedad por ganancia; apártate de los tales. 6Pero gran ganancia es la piedad con contentamiento. 7Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en perdición y muerte. 10Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y se traspasaron con muchos dolores. 11Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 12Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos. 13Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que testificó la buena profesión delante de Poncio Pilato, 14que guardes este mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo: 15La cual a su tiempo mostrará el Bendito y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores; 16el único que tiene inmortalidad, y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él sea honra y poder sempiterno. Amén. 17A los ricos de este mundo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios vivo, quien nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 18Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos, que con facilidad comuniquen; 19atesorando para sí buen fundamento para lo por venir; que echen mano de la vida eterna. 20Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas y vanas discusiones, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia; 21la cual profesando algunos, han errado en cuanto a la fe. La gracia sea contigo. Amén. Epístola a Timoteo: Fue escrita de Laodicea, que es metrópoli de la Frigia Pacatiana. |