Reina Valera Gómez 1Por esta causa yo Pablo, prisionero de Jesucristo por vosotros los gentiles,
2si es que habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios que me ha sido dada para con vosotros;
3que por revelación me hizo conocer el misterio, como antes escribí en breve,
4leyendo lo cual, podéis entender mi conocimiento en el misterio de Cristo,
5misterio que en otras edades no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu;
6que los gentiles sean coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de su promesa en Cristo por el evangelio,
7del cual yo fui hecho ministro según el don de la gracia de Dios dado a mí por la operación de su poder.
8A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me es dada esta gracia de predicar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo;
9y de aclarar a todos cuál es la comunión del misterio escondido desde el principio del mundo en Dios, que creó todas las cosas por Jesucristo;
10para que la multiforme sabiduría de Dios sea dada a conocer por la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,
11conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús Señor nuestro;
12en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe de Él.
13Por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria. 14Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15de quien es nombrada toda la familia en el cielo y en la tierra, 16para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17que habite Cristo por la fe en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en amor, 18podáis comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura; 19y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento; para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 20Y a Aquél que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos, o entendemos, según el poder que opera en nosotros, 21a Él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús, por todas las edades, por siempre jamás. Amén. |