Reina Valera Gómez 1Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
2Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
3He aquí nosotros ponemos frenos en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.
4Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quiere el que las gobierna.
5Así también la lengua es un miembro muy pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego, ¡cuán grande bosque enciende!
6Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así es la lengua entre nuestros miembros; contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y es inflamada del infierno.
7Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar se doma, y ha sido domada por la naturaleza humana;
8pero ningún hombre puede domar la lengua; que es un mal sin freno, llena de veneno mortal.
9Con ella bendecimos al Dios y Padre; y con ella maldecimos a los hombres, que son hechos a la semejanza de Dios.
10De una misma boca proceden maldición y bendición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
11¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga?
12Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas; o la vid higos? Así ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. 13¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por buena conducta sus obras en mansedumbre de sabiduría. 14Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni seáis mentirosos contra la verdad. 15Esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 16Porque donde hay celos y contención, allí hay confusión y toda obra perversa. 17Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, luego pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sin hipocresía. 18Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz. |