Biblia Jubileo 2000 1Por lo cual nosotros, ayudándole a él, también os exhortamos que no habéis recibido en vano la gracia de Dios, 2(porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salud te he socorrido; he aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de la salud). 3No dando a nadie ningún escándalo, para que el ministerio no sea vituperado; 4antes teniéndonos en todas las cosas como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; 5en azotes, en cárceles, en alborotos, en trabajos, en vigilias, en ayunos; 6en castidad, en ciencia, en mansedumbre, en bondad, en el Espíritu Santo, en caridad no fingida; 7en palabra de verdad, en potencia de Dios, por las armas de justicia a diestra y a siniestra; 8por honra y por deshonra, por infamia y por buena fama; como engaña-dores, mas hombres de la verdad; 9como ignorados, pero conocidos; como muriendo, mas he aquí vivimos; como castigados, pero no mortificados; 10como doloridos, mas siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como los que no tienen nada, mas que lo poseen todo. 11Nuestra boca está abierta a vosotros, oh corintios, nuestro corazón es ensanchado. 12No estáis estrechos en nosotros, sino estáis estrechos en vuestras propias entrañas. 13Pues, por la misma recompensa (como a hijos hablo), ensanchaos también vosotros. 14No os juntéis en yugo con los incrédulos; porque ¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunicación la luz con las tinieblas? 15¿Y qué concordia tiene Cristo con Belial? ¿O qué parte el fiel con el infiel? 16¿Y qué consentimiento el templo de Dios con los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios Viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo. 17Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis cosa inmunda; y yo os recibiré, 18y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. |