Reina Valera (1909) 1LA sabiduría edificó su casa, Labró sus siete columnas; 2Mató sus víctimas, templó su vino, Y puso su mesa. 3Envió sus criadas; Sobre lo más alto de la ciudad clamó: 4Cualquiera simple, venga acá. A los faltos de cordura dijo: 5Venid, comed mi pan, Y bebed del vino que yo he templado. 6Dejad las simplezas, y vivid; Y andad por el camino de la inteligencia. 7El que corrige al escarnecedor, afrenta se acarrea: El que reprende al impío, se atrae mancha. 8No reprendas al escarnecedor, porque no te aborrezca: Corrige al sabio, y te amará. 9Da al sabio, y será más sabio: Enseña al justo, y acrecerá su saber. 10El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; Y la ciencia de los santos es inteligencia. 11Porque por mí se aumentarán tus días, Y años de vida se te añadirán. 12Si fueres sabio, para ti lo serás: Mas si fueres escarnecedor, pagarás tú solo. 13La mujer loca es alborotadora; Es simple é ignorante. 14Siéntase en una silla á la puerta de su casa, En lo alto de la ciudad, 15Para llamar á los que pasan por el camino, Que van por sus caminos derechos. 16Cualquiera simple, dice, venga acá. A los faltos de cordura dijo: 17Las aguas hurtadas son dulces, Y el pan comido en oculto es suave. 18Y no saben que allí están los muertos; Que sus convidados están en los profundos de la sepultura. Reina Valera (1909) Bible Hub |