Biblia Jubileo 2000 1Salva, oh SEÑOR, porque se acabaron los misericordiosos; porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres. 2Mentira habla cada uno con su prójimo con labios lisonjeros; con corazón doble hablan. 3Tale el SEÑOR todos los labios lisonjeros; la lengua que habla grandezas, 4que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios están con nosotros, ¿quién nos es señor? 5Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice el SEÑOR: Yo pondré en salvo al que el impío enlaza. 6Las palabras del SEÑOR son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, colada siete veces. 7Tú, SEÑOR, los guardarás; guárdalos para siempre de esta generación. 8Cercando andan los malos, entre tanto los más viles de los hijos de los hombres son exaltados. |