Biblia Jubileo 2000 1Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:
2Haz la venganza de los hijos de Israel sobre los madianitas; después serás recogido a tu pueblo.
3Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, e irán contra Madián, y harán la venganza del SEÑOR en Madián.
4Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel, enviaréis a la guerra.
5Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil a punto de guerra.
6Y Moisés los envió a la guerra; mil por cada tribu envió; y Finees, hijo de Eleazar sacerdote, fue a la guerra con los santos instrumentos, con las trompetas de sonar en su mano.
7Y pelearon contra Madián, como el SEÑOR le mandó a Moisés, y mataron a todo varón.
8Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madián: Evi, Requem, Zur, Hur, y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam, hijo de Beor, mataron a espada.
9Y llevaron cautivas los hijos de Israel a las mujeres de los madianitas, y sus chiquitos y tomaron el despojo de sus bestias, de todos sus ganados, y de toda su hacienda.
10Y todas sus ciudades por sus habitaciones, y todos sus palacios quemaron a fuego.
11Y tomaron todo el despojo, y toda la presa, así de hombres como de bestias.
12Y lo trajeron a Moisés, y a Eleazar el sacerdote, y a la congregación de los hijos de Israel, los cautivos y la presa y los despojos, al campamento en los llanos de Moab, que estaba junto al Jordán de Jericó. 13Y salieron Moisés y Eleazar el sacerdote, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento. 14Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los tribunos y centuriones que volvían de la guerra; 15y les dijo Moisés: ¿Todas las mujeres habéis salvado vivas? 16He aquí, ellas fueron a los hijos de Israel, por consejo de Balaam, para causar prevaricación contra el SEÑOR en el negocio de Peor; por lo que hubo mortandad en la congregación del SEÑOR. 17Matad, pues, ahora todos los machos entre los niños; matad también toda mujer que haya conocido varón carnalmente. 18Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, os guardaréis vivas. 19Y vosotros quedaos fuera del campamento siete días; y a todos los que hubieren matado persona, y a cualquiera que hubiere tocado muerto, os haréis remover el pecado al tercero y al séptimo día, vosotros y vuestros cautivos. 20Asimismo haréis remover el pecado de todo vestido, y toda prenda de pieles, y toda obra de pelos de cabra, y todo vaso de madera. 21Y Eleazar el sacerdote dijo a los hombres de guerra que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que el SEÑOR ha mandado a Moisés: 22Ciertamente el oro, y la plata, el bronce, el hierro, el estaño, y el plomo, 23todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de separación habrá de remover el pecado; mas haréis pasar por agua todo lo que no aguanta el fuego. 24Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios; y después entraréis en el campamento. 25 Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: 26Toma la cuenta de la presa que se ha capturado, así de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y las cabezas de los padres de la congregación; 27y partirás por mitad la presa entre los que pelearon, los que salieron a la guerra, y toda la congregación. 28Y apartarás para el SEÑOR el tributo de los hombres de guerra, que salieron a la guerra; de quinientos uno, así de las personas como de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas. 29De la mitad de ellos lo tomarás; y darás a Eleazar el sacerdote la ofrenda del SEÑOR. 30Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno de cincuenta, de las personas, de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas, de todo animal; y los darás a los levitas, que tienen la guarda del tabernáculo del SEÑOR. 31E hicieron Moisés y Eleazar el sacerdote como el SEÑOR mandó a Moisés. 32Y fue la presa, el resto de la presa que tomaron los hombres de guerra, seiscientas setenta y cinco mil ovejas, 33y setenta y dos mil bueyes, 34y setenta y un mil asnos; 35y en cuanto a personas, de mujeres que no habían conocido de varón, en todas treinta y dos mil. 36Y la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra, fue el número de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas. 37Y el tributo para el SEÑOR de la ovejas, fue seiscientas setenta y cinco. 38Y de los bueyes, treinta y seis mil; y de ellos el tributo para el SEÑOR, setenta y dos. 39Y de los asnos, treinta mil quinientos; y de ellos el tributo para el SEÑOR, sesenta y uno. 40Y de las personas, dieciséis mil; y de ellas el tributo para el SEÑOR, treinta y dos personas. 41Y dio Moisés el tributo, por elevada ofrenda al SEÑOR, a Eleazar el sacerdote, como el SEÑOR le mandó a Moisés. 42Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de los hombres que habían ido a la guerra; 43(la mitad para la congregación fue: de las ovejas, trescientas treinta y siete mil quinientas; 44y de los bueyes, treinta y seis mil; 45y de los asnos, treinta mil quinientos; 46y de las personas, dieciséis mil.) 47De la mitad, pues, para los hijos de Israel, Moisés tomó uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo del SEÑOR; como el SEÑOR lo había mandado a Moisés. 48Y llegaron a Moisés los capitanes de los millares de aquel ejército, los tribunos y centuriones; 49y dijeron a Moisés: Tus siervos han tomado razón de los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros. 50Por lo cual hemos ofrecido al SEÑOR ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, vasos de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos, y cadenas, para reconciliar nuestras personas delante del SEÑOR. 51Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, todos vasos labrados. 52Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron al SEÑOR de los tribunos y centuriones, fue dieciséis mil setecientos cincuenta siclos. 53(Porque los varones del ejército habían tomado botín cada uno para sí.) 54Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar, el oro de los tribunos y centuriones, y lo trajeron al tabernáculo del testimonio, por memoria de los hijos de Israel delante del SEÑOR. |