Biblia Jubileo 2000 1Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo su ejército.
2Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó en el día séptimo de toda su obra que había hecho.
3Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda su obra que había creado Dios en perfección. 4Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que el SEÑOR Dios hizo la tierra y los cielos, 5y toda planta del campo antes que fuera en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciera; porque el SEÑOR Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni aun había hombre para que labrara la tierra; 6Y un vapor subía de la tierra, que regaba toda la faz de la tierra. 7Formó, pues, El SEÑOR Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un alma viviente. 8Y había plantado el SEÑOR Dios un huerto en Edén al oriente, y puso allí al hombre que formó. 9También había hecho producir el SEÑOR Dios de la tierra todo árbol deseable a la vista, y bueno para comer, y el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 10Y salía un río de Edén para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro cabezas. 11El nombre del uno era Pisón; éste es el que cerca toda la tierra de Havila, donde hay oro; 12y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y piedra cornerina. 13El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que cerca toda la tierra de Etiopía. 14Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va hacia el oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates. 15Tomó, pues, el SEÑOR Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardara. 16Y mandó el SEÑOR Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; 17mas del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás. 18Y dijo el SEÑOR Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda que esté delante de él. 19Formó, pues, el SEÑOR Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo al hombre, para que viera cómo les había de llamar; y todo lo que al hombre llamó al alma viviente, es ese su nombre. 20Y el hombre puso nombres a toda bestia y ave de los cielos, y a todo animal del campo; mas para el hombre no halló ayuda que estuviera delante de él. 21Y el SEÑOR Dios hizo caer sueño sobre el hombre, y se adormeció; entonces tomó de uno de sus costados, y cerró la carne en su lugar; 22y edificó el SEÑOR Dios lo que tomó del costado del hombre, en mujer, y la trajo al hombre. 23Y dijo el hombre: Esta vez, hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del Varón fue tomada. 24Por tanto, el varón dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban. |